domingo, 11 de marzo de 2012

Ese corazón.

Liliana Machicote

Mientras miraba un monitor que titilaba, números y luces que subían y bajaban, no quería sentirme la mujer que soy.  Una extraña sensación subía y bajaba en mi cuerpo al compás del sonido que marcaba el corazón de mi viejo. 
Ahora reflexiono y pienso que quisiera volver a ser la nena que fui, solitaria, independiente y aventurera.  El corazón de mi papá late regularmente ahora. El mío no tanto.  Y no puedo volver el tiempo atrás.

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