A veces se hace difícil trabajar en la ciudad, sobre todo cuando trabajo desde mi casa.  Puertas que se abren y cierran, personas que entran y salen, telefonos que suenan, etc.  En algunas ocasiones, es absolutamente necesario tener un espacio en el cual poder desarrollarse.  Esa situación requiere otro montón de detalles, como conseguir un escritorio, departamento, u oficina propios donde pueda desarrollarse el trabajo. 
No tengo, en general, demasiadas oportunidades de hacerlo, por eso cuando por otras circunstancias que nada tienen que ver con escribir tuve que viajar, aproveché para, en los pequeños ratos libres que me quedaban instalarme en este lugar y aprovechar al máximo este hermoso paisaje del que les dejo unas lindas fotos.